
“Blackbird singing in the dead of night, take these broken wings and learn to fly...” (The Beatles).
El bar está ubicado en Avellaneda 115, justo al lado de Trastevere, a escasos dos metros de la avenida Meeks. En medio de boliches de moda y las pizzerías clásicas de la zona, se constituye en una de las mejores opciones para el “after office” temperlino.
La música es variada, aunque predomina el idioma inglés, y lejos estarás de escuchar un reggaeton o una cumbia, al menos en el sector de bar. (En el fondo hay un espacio destinado para los que quieran bailar un poco, pero los lugares están bien diferenciados).
La ambientación si que es particular: fotos de cantantes del rock nacional e internacional conviven con publicidades antiguas de bebidas, y se codean con posters de las diferentes películas de la saga de las guerras de las galaxias.

Por otro lado, hay un gran televisor de plasma en el que podrás seguir partidos, mirar videos o simplemente perderte en las vicisitudes de la programación de ESPN.
Los tragos son variados, muy bien preparados y la atención es bastante rápida. ¿Los precios? Bien, rondan en los valores del resto de los bares de Adrogué o Lomas.
¿El dato? Si llegás tempranito, recién saliste del trabajo y te mata el hambre, también podes comer algo: picadas, hamburguesas y demás tentempiés son ideales para cubrir esas horas en que el estómago reclama sustento.
Para concluir, una invitación: Hyacinth's Mushrooms, una banda de rock experimental, estará tocando en el bar el próximo viernes 2 de octubre a las 23.
No hay comentarios:
Publicar un comentario